lunes, 28 de septiembre de 2009

Cuento 61. Desastre Ecológico... Again



Teníamos tiempo con problemas, discutiendo llegamos a la conclusión de que él siempre estaba trabajando y de que a mí nada me parecía y me sentía abrumada con los niños y la casa.
En lo que podríamos llamar, nuestro último intento por rescatar la relación, nos propusimos hacer algo interesante en pareja. Así que llegó temprano por mi, cosa rara. Al subirme al coche, pregunté ¿Cuál es el plan? En un grito juvenil me dijo, follar!!! Pensé, no puede decir algo lindo como coger??? Llegamos a un lugar que me pareció horroroso, al cual él llamó el SPA. El cuarto consistía en una cama y un vapor con una tina de baño, de higiene sospechosa. No quise hacer comentarios para mostrarme dispuesta a disfrutar de su propuesta. Llenó la tina y le agregó dos frascos de espumantes, a los que él llamó geles afrodisíacos. Encendió el vapor a todo lo que daba y sin mayor preámbulo iniciamos el conocido ritual del amor. Entre la temperatura del agua de la tina, la espuma y el vapor, llegó un punto en el que era imposible respirar y en medio de jadeos, no sexuales, me llevó a la cama. El cuarto estaba invadido de vapor, entonces descubrimos que no había una sola ventana, por lo que corrió a abrir las llaves del agua fría para disipar el vapor. Regresó a toda velocidad, para no perder concentración.
Yo pertenezco a la Global Water Watch Foundation, juro que hice mi mejor esfuerzo por concentrarme, pero no podía dejar de calcular los litros de agua potable que corrían por minuto. Sólo podía pensar que mientras hacíamos el amor se iba por el caño toooooooda el agua que había evitado desperdiciar durante mi vida entera. Empujándolo con violencia me levanté y mientras él me reclamaba, con toda furia, haber arruinado el mejor momento, yo sentía un éxtasis indescriptible al cerrar las llaves del agua.



Porque este es el orden lógico, repetimos este cuento.
*Imagen de la red

lunes, 21 de septiembre de 2009

Cuento 60. Yellow- Amarillo Dedicado a AHG , UW y EWH



El cuento que tuvo que hacerse realidad para poderlo escribir…….

Yellow-Amarillo, me recuerda a mi dictado de spelling en la primaria: Potatoes- Po_ta_to_es. Jajaja.

Me encanta oír historias de amor, pero juro que ni en mis más descabellado sueños ni en mis más fructíferas imaginaciones, hubiera podido escribir lo que pasó en estas dos vidas que se encontraron.
En el propósito de tomar las cosas con calmita, disfrutarlas y dejar que pasen como vienen, a veces te sorprendes con una nueva vida creciendo dentro de ti!
Cada paso de tu historia de amor la he seguido como quien se topa con un libro buenísimo que simplemente no se puede abandonar. Tenías toda mi atención, pues cada vez me contabas algo más sorprendente. Así que, cuando me pediste un cuento, hace años por cierto, no supe qué escribir. Te deseo tanto bien, tanta felicidad, tantas gratas sorpresas en tu vida, que los deseos se me hicieron bolas en el papel.
Fue maravilloso saber que habías encontrado el amor al otro lado del océano, incluso antes de haber ido siquiera. Qué más puedo desear para ti!!!
Y ahora, cuando escucho a ésta hermosa niña, con chinos espectaculares, decirme Tía! Simplemente me derrito.
Jugando le digo ¿Cuál es tu color favorito? Y ella dice

Yellow-amarillo!!!

Siento una ovación de felicidad recorrer todo mi cuerpo.
Regreso flotando a casa, con un grato sol en mi cabeza y fuego en mi corazón color

Yellow- Amarillo.
imagen: de la red

lunes, 7 de septiembre de 2009

En busca de oídos sedientos


¿Qué estará haciendo el poeta? ¿Qué estará cantando el trovador?
A veces pienso en otros poetas, ¿Cómo hacen para vivir, la vida cotidiana? ¿Seré la única sedienta de ser leída y escuchada? ¿Oscilarán entre el deseo de ser vistos y la necesidad de borrarse por completo del planeta?

Hay días en lo que quisiera desprenderme de mi cuerpo y simplemente ser un observador de mi propia vida, siempre y cuando logre hacer esto con calma, sin llegar al punto de gritar desesperadamente lo que considero que se deba hacer. Quedar enmudecida por mi decisión de salirme de mi misma y al tiempo mantener la capacidad de opinar con estruendosa voz (Bésala Baboso!!!).

¿Qué estará haciendo el poeta?
El otro, el que está al otro lado del río, al otro lado del mundo, en la península Paraíso, en esos lugares fríos, en medio de la selva…

Y cada día entiendo más y me queda más claro eso de

-que sin saber por qué ni cómo debo decirte que te quiero-

porque no hace falta ni verse, para saber quién, desde un corazón que tiembla, escribe con sangre en la punta de los dedos, a veces desde los días de amor intenso y otros más desde la tristeza paralizante.

Y entonces se entienden los poetas,
sin hablarse,
saben que sólo escriben para seguir vivos y nada más…


Aquí, aquí, aquí va el cuento 59, pero como ya lo habíamos publicado, ponemos el link para que lo revisiten